No nacemos con igualdad de género, la
construimos socialmente.
Las mexicanas enfrentan más obstáculos
que los varones
en el trabajo, la política, la educación
y las relaciones de pareja.
Aunque en años recientes se han
registrado avances en el mercado laboral, el sistema político y el acceso a la
educación, la situación que enfrentan las mexicanas en estos y otros rubros
está lejos de la igualdad respecto a los hombres.
A continuación te presentamos siete
claves que revelan las inequidades de género aún vigentes en México.
1.
Brecha salarial
Las mujeres mexicanas registran una menor
participación en el mercado laboral que los hombres: según datos censales, en
1990 las mexicanas solo representaban el 22% de la fuerza laboral del país, y
en 2010 llegaron a representar el 40% de la población económicamente activa.
Cuando superan las dificultades que las
alejan de un empleo remunerado, el salario que reciben las mujeres es menor que
el obtenido por los hombres por actividades similares.
Un estudio de 2013 elaborado por El
Colegio de México señala que la brecha salarial en México es, en promedio,
de entre 6% y 8% en áreas urbanas.
2.
Carencias alimentarias
El Consejo Nacional de Evaluación de la
Política de Desarrollo Social (Coneval) advierte que las condiciones de pobreza
en el país agudizan la desigualdad de género en México.
En el estudio Pobreza y género
en México, el Coneval indica que los hogares encabezados por mujeres presentan
carencias alimentarias en una proporción mayor a los hogares que tienen a un
varón como jefe de familia.
En 2012, el 24.3% de los hogares
encabezados por mujeres presentaron carencias alimentarias, mientras que los
que tienen a hombres como jefes de familia sólo 20.5% registraron esta
situación.
3.
Acceso a la educación
En nivel de primaria y secundaria, el
porcentaje de matriculación es mayor para las mujeres mexicanas que para los
hombres.
Datos de la Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) muestran que el 98% de las
mujeres mexicanas cursan la primaria y el 96% de los hombres del país; de
manera similar, en secundaria la matriculación femenina es de 87% y la masculina
de 81%.
Sin embargo, la situación se revierte en
el nivel de educación superior, al que llegan solo el 27% de las mujeres y el
28% de los hombres.
4.
Agresiones de pareja
En las relaciones de pareja, las
mexicanas enfrentan situaciones que afectan no solo la inequidad, sino que
incluso ponen en riesgo su seguridad física y emocional.
Según la más reciente Encuesta Nacional
sobre Dinámica de las Relaciones en los Hogares (realizada en 2011), el 46% de
las mujeres mexicanas mayores de 15 años reportan haber sufrido alguna
agresión de pareja.
Asimismo, el 53% de las mujeres se
consideran víctimas de violencia económica por parte de sus parejas; 29%
reportan agresiones físicas y 16% se dicen víctimas de violencia sexual, según
este estudio de opinión realizado por el Instituto Nacional de Estadística y
Geografía (Inegi).
5.
Acceso al poder político
En las últimas décadas, se han ido
implementando medidas legislativas para favorecer el acceso y la
participación de las mujeres en la vida política del país.
Hasta el año pasado, la ley electoral
imponía una cuota de género de 40% en las postulaciones al Congreso federal; y
una reforma constitucional promulgada en enero pasado elevó este requerimiento
hasta 50%. Estas medidas han permitido que las mujeres representen el 33.6% de
los escaños en el Senado de la República y 38% de los asientos de la Cámara de
Diputados, cuando una década atrás estas cifras no superaban el 20%.
Sin embargo, en otros niveles de gobierno
y en otros poderes, la inequidad es mayor. En los 32 congresos estatales, la
presencia femenina oscila entre 8% (Querétaro) y 33% (Distrito Federal), según
cifras del Reporte Legislativo de la consultora Integraría.
Y en los diversos poderes ejecutivos, la
participación de las mujeres es aún menor: actualmente ninguna de las 32
entidades del país es gobernada por una mujer; y en el gabinete federal solo
tres de 21 dependencias tienen una cabeza femenina.
A nivel municipal, solo 5.5% de las
alcaldías están presididas por mujeres, según datos de Fernanda Vidal,
especialista de género en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la
Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En el Poder Judicial las cosas no
'pintan' mejor para las mujeres: en la Suprema Corte de Justicia de la Nación,
por ejemplo, solo ocupan dos de 11 asientos.
6.
Trabajo en el hogar
Las mujeres no solo enfrentan inequidades
en el ámbito público, también las viven en sus familias: trabajan más en el
hogar que sus contrapartes hombres.
Las mujeres mexicanas dedican 373 minutos
cada día a diversas actividades del hogar, más de tres veces que los 113
minutos destinados por los hombres, según cifras de la OCDE.
En algunas de las tareas realizadas en
casa, las diferencias de género son mayores: en el cuidado de los hijos, las
mujeres destinan 53 minutos al día y los hombres solo 15; ellos pasan 75
minutos diarios realizando actividades rutinarias como limpieza, preparación de
alimentos o lavado de ropa, mientras que ellas le dedican 280 minutos al día,
casi el cuádruple.
7.
Tiempo para diversión
Y si las actividades del hogar que implican
esfuerzo son asumidas mayoritariamente por las mexicanas, para las actividades
recreativas las mujeres tienen menos tiempo que los hombres para realizarlas.
La OCDE señala que las mujeres mexicanas
destinan 206 minutos al día a actividades recreativas, como ver la televisión o
convivir con amigos, mientras que los hombres pasan 236 minutos diarios
realizando este tipo de actividades.
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