La imagen popular
que se tiene sobre Cleopatra, la proyecta como una seductora mujer que utilizó
su exuberante belleza a modo de arma política para influir sobre los dos
hombres más importantes de su tiempo: Julio Cesar y Marco Antonio, sin embargo,
la historia sitúa que la antigua reina de Egipto llegó al poder por su
intelecto, no su físico.
Resulta desconocido
para muchos, pero Cleopatra VII (existieron seis antes que ella) provenía de
una clase privilegiada, gracias a esta situación, fue educada por los mejores
maestros, llegando a dominar más de una docena de idiomas y contar con un alto
conocimiento de matemáticas, filosofía, astronomía, y por supuesto, oratoria.
Cleopatra era un autentica erudita, de hecho, acostumbraba a estar rodeada de intelectuales y usualmente se le veía hablando en importantes discusiones diplomáticas.
Nacida en el año 69
a.C., a la muerte de su padre, Cleopatra se desempeñó como una co-regente
Helenística de Egipto a lado de su esposo y hermano, Ptolomeo XIII. Era bien
sabido que para Auletes, su padre, Cleopatra había sido la favorita, y había
inculcado en ella todo su conocimiento y experiencia para ayudarla con su
llegada al poder.
Demostró sus
habilidades políticas cuando la crisis económica cayó sobre Egipto, devaluando
la moneda para facilitar las exportaciones.
Debido a las
antiguas practicas egipcias para mantener la línea real de matrimonios, se casó
con su hermano, sin embargo, en Egipto únicamente el rey era quien tenía
verdadero poder, por lo que su hermano la culpó de un crimen y fue expulsada
del reino.
Las tensiones de
aquel entonces con Roma eran inmensas, el joven Ptolomeo había realizado una
fallida movida política que había hecho enojar al Cesar, quien también estaba
preocupado por la situación entre Cleopatra y su hermano. Con una riesgosa pero
eficaz acción, Cleopatra regreso al reino envuelta en una alfombra que fue
conducida hasta la habitación del Cesar; la historia cuenta que Cleopatra se
presentó desnuda ante el general del ejército romano y consiguió lo que
buscaba: regresar al trono de Egipto.
La consumación de
su nueva relación trajo consigo un hijo, que afianzó su posición y tras el
asesinato de Julio César, encontró en su siguiente jugada, a Marco Antonio, con
quien protagonizo una historia de amor digna de película romántica.
Calculadora e
incluso maquiavélica, Cleopatra tenía 29 años cuando ya se había ganado el amor
de los más grandes líderes del mundo. Sus ambiciosos planes de conquista la
llevaron a poseer una grandiosa marina de guerra, pero no pudo escapar de un
trágico y sórdido final.
Después de que el
senado en Roma desaprobará las conquistas de Marco Antonio y Cleopatra, le
declararon la guerra a la pareja, a quienes vencieron en la batalla de Acción.
Tras la derrota, regresó a Alejandría, donde utilizó el veneno de una serpiente
áspid para quitarse la vida.
En una época donde el juego de poder
era cosa de hombres, Cleopatra logró convertirse en una astuta dirigente,
visionaría y llena de talento. Pagó con su vida el fracaso de haber apoyado al
hombre equivocado, pero con su muerte nació una leyenda que ha sido llevada al
cine y otras adaptaciones que aún logran hacerle justicia a su fascinante
historia.
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